Nunca fui alguien popular en la escuela. Yo era el chico al que le aventaban cartones de leche en el recreo.
En el mundo de los estudios tradicionales, A24 es el niño más “popular” de la escuela.
Lo cual es una locura si consideras que estrenar películas hoy no se trata solo de competir con otras películas, sino de competir con todo. TikTok. Videojuegos. Opciones infinitas en cada feed.
Y, sin embargo, de alguna manera A24 descifró el código.
Este año, mientras daba mi clase en Columbia University sobre la disrupción en los medios, intenté que alguien de A24 viniera a dar una plática.
Me dijeron: “La verdad, no hacemos eso”.
Otro cartón de leche directo a la cara.
Así que, en su lugar, Mitch, de nuestro equipo de Open Gardens, analizó el manual de estrategias de A24.
Lo que descubrimos fue un conjunto de ideas y conceptos a los que los estudios tradicionales deberían poner atención…
A24: Menos Estudio, Más Creador de Culto
A24 podría parecer un estudio tradicional, pero actúa como un creador.
No mercadea como Hollywood, no opera como Hollywood y, lo más importante, no piensa como Hollywood.
Han reescrito las reglas al:
Hablar con una voz singular—no corporativa, no genérica, sino inconfundiblemente propia.
Curar una audiencia, en lugar de perseguir una—no venden, invitan.
Construir comunidad a través del contenido— al igual que los mejores creadores digitales.
¿Los medios tradicionales? Siguen aferrados a grandes presupuestos, audiencias amplias y apuestas seguras. Pero A24 demuestra que lo específico gana.
Domina tu territorio, y tu audiencia te encontrará.
El Manual de Estrategias de A24
Hazlo Extraño o Sé Olvidado
A24 no solo escoge guiones; elige cineastas. Aquellos que te hacen preguntarte de qué planeta vienen. No solo hacen películas, las manejan como cócteles Molotov en contra de lo convencional.
Sus películas no solo entretienen; desconciertan, provocan y perduran.
Everything Everywhere All at Once tomó el concepto del multiverso y lo convirtió en una crisis existencial. Hereditary no solo asustó, atormentó. Conocen perfectamente a su audiencia y a su comunidad.
Deja de Gritar—El Marketing Debe Sentirse Como un Secreto, No un Micrófono
A24 no vende sus películas.
Susurra algo intrigante que te obliga a acercarte. Ya sea danzas inusuales en Midsommar o teasers crípticos con Euphoria, sus campañas son artesanales, hiper-específicas y zero desesperadas.
Sus redes sociales parecen más un moodboard que un canal de marketing. Por eso no tienen que rogarle a su audiencia que comparta: la audiencia quiere hacerlo.
3. Mercancía Que Sienta Como un Club Exclusivo, No Algo Secundario
La mayoría del “merch” de un estudio es un añadido de última hora. El de A24 es una declaración. No estampan un logo en una sudadera; crean artefactos.
El anillo de Uncut Gems. El tapete de Hereditary. No son productos; son reliquias culturales.
La magia está en que su audiencia se convierte en anuncios publicitarios móviles. Usar productos de A24 indica que “entiendes”.
Es un gesto de buen gusto, no de estatus.
4. Authenticity Isn’t a Buzzword—It’s a Strategy
A24 no mercadea por demográfica; mercadea por mentalidades.
Un hombre de 50 años se puede obsesionar con A24 al igual que una adolescente de 14, no por quiénes son, sino por lo que aman. Ese es el cambio de las redes sociales: la gente se organiza alrededor de intereses, no de categorías tradicionales.
A24 entiende esto mejor que nadie. No diluyen su voz para captar una audiencia más amplia.
Se mantienen firmes—y la audiencia los sigue.
Cómo Pueden Pensar Como A24 los Estudios Tradicionales (Sin Imitar)
Los estudios siempre han pensado en términos de IP: secuelas, reboots, remakes.
Pero los creadores no construyen marcas así.
Construyen ecosistemas—cultivando a sus fans de nicho, experimentando con contenido y haciendo crecer audiencias en diversas plataformas antes de escalar a oportunidades mayores.
Algunas ideas basadas en IP existentes de estudios tradicionales.
Universal: El Universo de Stunts de “Fast & Furious” (Sin Más Secuelas)
En lugar de exprimir más películas de “Fast & Furious”, Universal podría entrarle al espacio de creadores de acrobacias al volante: invitar a coordinadores de stunts en YouTube y TikTok para crear contenido de alta adrenalina para una audiencia que ya adora la franquicia.
Lanzan Impossible Driving Stunts, un hub digital de acrobacias imposibles, análisis de secuencias icónicas y retos de manejo con IA. Luego, expanden a shows en estadios, transmitidos en línea con patrocinios.
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El siguiente paso: un reality de competencia de stunt drivers, o incluso una película de terror estilo Blumhouse sobre autos poseídos (Como “Christine”).
Universal deja de hacer más Fast & Furious.
Construye un ecosistema de acrobacias al volante.
Warner Bros.: El Movimiento de Creadores de Deportes de Combate
En lugar de exprimir “Mortal Kombat”, Warner Bros. podría adueñarse de la cultura de peleas subterráneas en línea—MMA callejero, tricking, combate histórico, parkour.
Crean Warrior Lab, un hub en TikTok y YouTube de coreografías de peleas cinematográficas, mini-documentales sobre la física de combates legendarios y un reality global donde peleadores de MMA, kung fu, capoeira y tricking se enfrentan en retos.
No se trata de una nueva película de “Mortal Kombat”. Se trata de convertir a Warner Bros. en la casa cultural del combate cinematográfico.
Disney: La Ola “Cottagecore” y Mitología
En lugar de depender de “Frozen” y “Moana”, Disney podría aprovechar la obsesión creciente por el folklore, la mitología y la estética “cottagecore”.
Lanzan Myths & Lore, un canal de YouTube que mezcla animación de alta calidad con leyendas reales. Luego, introducen un juego AR de exploración mítica y un laboratorio boutique en Disney+ donde artistas reinterpretan tradiciones con estética moderna.
No se trata de más películas de cuentos de hadas.
Se trata de que Disney posea la nueva mitología en línea.
Netflix: Convierte a los Súperfans en Usuarios Poderosos
Netflix ya entiende los fans de nicho, pero ¿si los activara?
Encuentran a un creador obsesionado con las comedias románticas de Netflix (“Bridgerton”, “To All the Boys I’ve Loved Before”) y lo integran al ecosistema. Le dan acceso a clips, permiten remixes, organizan eventos comunitarios y hasta influyen en futuros proyectos en base de las reacciones de los fans en tiempo real.
A cierto punto, deja de ser curación y se vuelve creación.
Una rom-com diseñada en tiempo real a través de conversaciones entre fans y creadores. Netflix podría hacer tests de personajes, lanzar teasers e incluso dejar que la audiencia opine sobre el guión antes de filmar.
Netflix ya domina el comportamiento de la audiencia. Pero al tratar a sus súperfans como participantes activos, podría convertir a sus entusiastas en socios para moldear el futuro de su ecosistema.
La Conclusión
A24 no pretende ser para todos. Ahí radica su superpoder.
Los estudios tradicionales, en cambio, pueden ser para todos—pero no haciendo todo para todos a la vez.
En lugar de verse como una entidad monolítica, los estudios deberían pensarse como una red de creadores, cada uno construyendo su propias verticales impulsadas por audiencias.
A24 es un solo creador con una sola audiencia.
Pero los estudios podrían tener decenas de verticales centrados en creadores—fomentando comunidades, experimentando con monetización y jugando a largo plazo.
Los estudios que van a sobrevivir no sólo poseerán IP.
Poseerán fuertes comunidades de fans.
Y eso cambia todo.